jueves, 3 de junio de 2010

MULTA POR TOCAR EL VIOLONCELLO


A un malagueño, integrante de la Joven Orquesta de Andalucía, ensayar con su violonchelo le puede salir caro: se enfrenta a pagar una multa de hasta 600 euros después de que la Policía Local acudiera a su casa el pasado 6 de diciembre y 'lo pillara' in fraganti practicando con este instrumento musical a las 11 de la mañana de un sábado.

La pareja de la Policía Local se presentó en el domicilio donde vive el músico, de 17 años, con sus padres tras recibir una denuncia de algún vecino que se quejaba del excesivo ruido que hacía al tocar,explicó su madre.

La mujer detalla que su hijo, Francisco Javier Pastor Guiles, estaba ese día ensayando para pasar las pruebas que le daban el acceso a la Joven Orquesta de Andalucía, que al final superó y con la que ensayado toda la Semana Santa en un encuentro en Mollina.

Tras la visita de la pareja de la Policía Local, el Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Málaga levantó, con fecha 9 de marzo pasado, un expediente sancionador que puede llevar aparejado el pago de una multa de hasta 600 euros. En este expediente, se detalla que los policías pudieron constatar el día que se personaron en la vivienda que «desde la escalera se escuchaba el sonido de un instrumento musical (chelo)».

Estos hechos, prosigue el expediente, pueden ser constitutivos de una infracción al artículo 34 de la ordenanza frente a la contaminación de ruidos, que considera como trasgresión a ésta «el comportamiento incívico de los ciudadanos o vecinos cuando produzcan ruidos que superen los niveles máximos admitidos». Esta infracción, que puede ser calificada de leve según se detalla en el expediente, puede llevar aparejada «la sanción de multa de hasta 600 euros».

«Mi hijo está totalmente entregado a la música y lo está pasando muy mal con todo esto», cuenta su madre, quien está indignada por el expediente sancionador que le ha levantado el Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Málaga al joven músico, quien estudia quinto grado de violonchelo en el conservatorio Manuel Carra de la capital y además cursa segundo de Bachiller en el instituto San José Obrero.

«Los vecinos me han dicho que no hay problema, que mi hijo no molesta», detalla Guiles, quien explica que, al parecer, la denuncia ha partido de una persona que habita una vivienda próxima, que trabaja por las noches y que, por lo tanto, duerme durante el día. «Nosotros podemos pactar un horario de ensayo», insiste la madre, quien asegura que la familia carece del dinero necesario para insonorizar una habitación en la que pueda tocar su hijo. «Mi marido es sólo un pobre pescadero y mi hijo no ha hecho nada malo, él sólo está entregado a la música», garantiza.

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